¿De donde viene este concepto de «NECESITAR LA APROBACIÓN DE OTROS»?

Debemos tener presentes que somos seres sociales, que nos construimos a nosotros mismos a partir de las relaciones con los demás y, por tanto, es lógico que las valoraciones de los demás incidan sobre la percepción que tenemos de nosotros mismos. Y este concepto proviene de una dependencia emocional. Y… os preguntareis… el porque de esto.

La respuesta es que nuestra autoimagen se forma a partir de las retroalimentaciones que recibimos de los demás, por eso es normal que en ciertas circunstancias necesitemos un poco de aprobación social, esta nos hace sentir más seguros, nos reafirma que estamos yendo en la dirección justa.

En el momento en que nos convertimos en una persona dependiente de la opinión de los demás es como si estuviésemos entregando las riendas de nuestra vida. Esto implica que cuando alguien nos aprueba nos sentimos felices, llenos de razón, pero cuando nos desaprueba nuestra vida se viene abajo, aparecen sentimientos de tristeza, y decepción, caemos por el hoyo emocional donde hemos decidido dejar a nuestro bienestar emocional.

Pero si nos vamos y ponemos este concepto en ANTECEDENTES, podríamos decir…lo siguiente…

Es importante hacer hincapié en el hecho de que los niños pequeños necesitan realmente la aprobación y aceptación de los adultos importantes (los padres) en sus años formativos. Para fomentar la independencia adulta de la necesidad de aprobación, es importante y sirve de gran ayuda el apoyar mucho al niño desde el principio. Pero cuidado en no darles el espacio y tiempo que requieren para tomar sus propias decisiones y soluciones.

En la mayor parte de los casos, nuestro ambiente cultural, el tipo de educación ha fomentado que nuestra cultura, nos haya hecho que enseñemos al niño a fiarse de los demás en vez de confiar en su propio juicio. «Todo hay que consultarlo con papá o mamá».

Ejemplo;

Mama; Puedes ponerte lo que quieras.
Hijo; -¿Qué te parece esto, mamá?
Mamá; -No, no, mi amor , llevas una camiseta de color rosa, y unos pantalones azules, vete y cámbiate, o bien la camiseta o el pantalón pero que ambas prendas peguen.

Los resultados de esta estrategia son muy evidentes, «todo niño se convierte en «dependiente». Cuidado, ya estamos fomentando, la necesidad de ser aprobado por la otra persona.

¿por que? Por que mamá/papá se convierte en el árbitro, en el eterno mediador, en la persona a la que se acude como delator cuando por ejemplo uno de los hermanos se está portando mal, alguien que, literalmente, tiene que pensar, sentir y actuar por el niño. No te fíes de ti mismo para resolver tus dificultades; papá y mamá lo harán por ti. No te fíes de ti mismo para tomar las decisiones que eres capaz de tomar por ti mismo; busca primero la autorización y el beneplácito de los demás.

Aprende a saber quién eres y hacia dónde dirigirte

Hay momentos en la vida en los que nos dejamos envolver por una espiral de situaciones negativas que parecen que consumen nuestra energía y se apoderan de nuestros hábitos. Son esos momentos en los que no encontramos salida a nuestros problemas y parece que no damos con las respuestas correctas que puedan lograr poner fin a estas situaciones de conflicto. Nos llegamos a alejar incluso de los que más queremos o a dañarlos involuntariamente con nuestros actos. Pero, lo más importante, nos dejamos de reconocer a nosotros mismos, nos encontramos perdidos, sin saber qué rumbo tomar en la vida que nos haga sentirnos mejor.

¿Cómo trabajar y superar este aspecto en tu vida personal?

Esto puede llegar afectar en varios ámbitos;  en tu vida social, laboral o inclusive en el familiar, o puede que en todos.

Que si puedes hacer, para trabajar LA APROBACIÓN DE UNO MISMO

  1. Aprende a decir que NO, conocer cuales son tus límites, que si tiene sentido para ti, y que no te beneficia.
  2. Ser consciente que no puedes gustar a todo el mundo, de trabajar este aspecto puedes conseguir aprender a seleccionar gente con la cual puedes compartir cosas que te ayuden en tu equilibrio emocional.
  3. Trabajar el miedo a error, que nos lleva al perfeccionismo. ¿Puede haber algo totalmente perfecto, que no falle nunca?
  4. Se consciente de tus emociones, valídalas y trabájalas.