¿Qué es el diálogo interno?

El diálogo interno son todas esas conversaciones que tenemos con nosotros mismos y que nos acompañan siempre. Son conversaciones en silencio, que otras veces se hacen interminables. Pero ¿son siempre positivas? Podemos ver cómo, en muchas ocasiones, llegan a herirnos y la voz interna se convierte en un enemigo.

Lo ideal es que nuestro diálogo interno reconociera que, por ejemplo, estamos pasando un mal momento, y se adaptara a hablarnos de una forma más paciente, positiva o motivadora. Sin embargo, en estos momentos, lejos de aparecer la compasión, lo que aparecería es una fuerte voz crítica que podría llegar a anularnos. Es por eso, que nuestro diálogo interno puede generarnos mucho malestar en determinados momentos.

Se relaciona con la autoestima

La autoestima es un constructo formado por diferentes aspectos, entre los que encontramos el diálogo interno. El cómo me veo, me valoro o me acepto, hará que las cosas que me diga a mí mismo tengan un tono u otro. Además, se retroalimentan. Si mi autoestima es baja, mi diálogo interno empeorará. Si me digo mayoritariamente cosas negativas, mi autoestima seguirá bajando. Precisamente ahí radica la importancia de la empatía con uno mismo.

También se relaciona con nuestros estados emocionales

Estados de tristeza, van a generar diálogos internos catastrofistas. O, por ejemplo, estados de rabia, van a generar conversaciones con nosotros mismos donde veamos que todo es injusto. Esos diálogos no calmarán el estado de ánimo, sino que podrían llevar a que aumenten y nos bloqueen.

Tipos de diálogo interno

  1. Diálogo interno positivo:El diálogo interno positivo refuerza la autoestima y la seguridad a la hora de realizar ciertas acciones y nos dirige con determinación hacia nuestros objetivos. Un buen discurso interno ayuda a regular las emociones, a dirigir la atención y a planificar acciones para el futuro.
  2. Diálogo interno negativo:A veces jugamos en nuestra contra con un pensamientos negativos y afirmaciones que restringen nuestro acceso a nuestros recursos personales. Este discurso interior alimenta ansiedad, depresión y estados emocionales que se vuelven disfuncionales, es necesario revisarlo, corregirlo y reformularlo.Tipos de diálogos negativos:
  • Diálogo autocrítico: la persona se autocritica de forma negativa. Reduce el valor de sus logros y exalta los propios defectos y límites. No tiene mucha confianza en sí misma, por lo que está en confrontación constante.
  • Diálogo catastrófico: siente una fuerte necesidad de prevenir situaciones clasificadas como arriesgadas debido a la creencia de que si sucede algo negativo seguramente será a uno/a mismo/a. Estado de hiperalerta y anticipación de los acontecimientos, lo que genera una creciente ansiedad por el futuro, control y mucho desgaste.
  • Diálogo victimista: cree firmemente que la vida es muy difícil y complicada. Se ve constantemente en un callejón sin salida, sin recursos para poder superar las situaciones que la vida le presenta y tiene una visión negativa de la vida y de las propias capacidades. Siente una gran falta de protección y esperanza.
  • Diálogo autoexigente: le provoca cansancio y no acepta los errores. Todo esto la lleva a caer en un estrés crónico, cansancio y a estar carente de recursos y con la convicción de que debe hacer cada vez más para alcanzar sus objetivos.

¿Cómo trabajar el diálogo interno?

La técnica basada en el diálogo interno se conoce como self talk y su objetivo es desarrollar la capacidad de autoinducirse el estado emocional deseado.

  • Habla en segunda persona
  • Date instrucciones breves y directas
  • Sustituye el «debo» por el «quiero».
  • Elimina – o al menos limita – la palabra «NO»
  • Reconoce los pensamientos disfuncionales y conviértelos en funcionales

¿Cuál es su intención positiva?

Este diálogo, esta voz que nos acompaña siempre, tiene una INTENCIÓN POSITIVA de lo que necesitas, y que actúa como una señal de alarma de tus necesidades y emociones. Para reconocerla, nos podemos hacer estas dos preguntas;

¿Para qué está ahí? ¿Qué me quiere decir?

Si aprendemos a escucharla de manera constructiva, y ver su intención, le ayudaremos a relajar.